martes, 6 de mayo de 2014

Epifanía

Y a meses de haber subido un post, vuelvo en un extraño retorno. Ni tan extraño ni tan retorno. Nunca me he ido, lo que pasa es la vida, el trabajo, las crisis económicas y las faltas de tiempo. Pero sigo aquí, con este proceso rebanando poco menos mis sesos, secándose en costra, lenta y consistentemente. Mis avances emocionales han surgido, he caminado y avanzado, acercándome cada vez más al final, aunque a veces creo que no hay final o que el final será, de hecho, mi muerte.
Hace unos días me hice consciente de algo, la epifanía surgió de pronto de la fachada de una casa por la que pasaba en una tarde de trabajo: esta "orfandad" existirá toda mi vida, lo que me resta de vida, el tiempo que logre vivir. E, inevitablemente, un día tendrá que reunirse esta ex-familia, un día deberemos hacer tregua y sacar las banderillas de la paz. Y cuando llegue ese día ¿qué haré?, ¿qué pensaré o sentiré o diré?
Nunca creceré lo suficiente. Pero nunca dejo de crecer.
A muchos meses de mi luto post-divorcio-paterno-materno sigo sin desvestirme del color negro, pero ya he cambiado las prendas. Mi pensamiento ya no está sitiado por el dolor, por el rencor o por el miedo. Mi corazón es más libre. Mis días están llenos de sustancias agridulces que nada tienen qué ver con dolores ancestrales. Ahora yo surco mis propias batallas.
Si alguien anda en busca de mis palabras, aquí siguen, no desaparecieron, sólo se tomaron un tiempo. Se lavaron y renovaron.
Ya andaremos por acá de nuevo, sin pausas tan largas, creciendo.

1 comentario:

  1. Se te extraña por aca, que bueno que regresaras,
    Yo aqui estare siempre esperando a leer de ti.

    ResponderEliminar